Abandonar el Pañal: Cómo, Cuándo y Por Qué

05.03.2018

Cuando nuestro hijo ronda los dos años o ya los ha pasado, es muy probable que la gente de nuestro alrededor (familia, amigos, etc.) nos hagan LA PREGUNTA: "¿Aún lleva pañal?", o LA PREGUNTA VOL. II: "¿Cuándo le vas a quitar el pañal?".

Lo primero y aunque ya lo hablamos en un post anterior, es necesario recordar que un pañal NO SE QUITA, no se arranca, no se impone. Dejar de usar pañal se acompaña, se motiva y se realiza siempre desde el respeto al niño y a sus características particulares.

Por ello no debemos sentirnos presionados para empujar al niño a hacer algo para lo que no está preparado solo porque nuestro ambiente nos presione a nosotros. Antes de pensar en "se acerca el verano y es la mejor época" (mito) o "este niño es muy mayor para llevar pañal", debemos pensar en el momento en el que se encuentre nuestro hijo y actuar en consecuencia.

Para conocer en qué etapa se encuentra respecto a su control de esfínteres, primero debemos tener claro que el control de esfínteres es un instrumento de relación diario con los niños aunque no lo parezca. Al verbalizar sus deposiciones y ponerles palabras e imágenes ante ellos, les estamos ayudando a estructurar estos procesos y estos momentos, siendo capaces de reconocer poco a poco qué hacen y cómo. Esto quiere decir que el control de esfínteres se trabaja con los niños mucho antes de abandonar el pañal, más bien podríamos definirlo como el proceso temporal en el que el niño va siendo consciente progresivamente de sus deposiciones, de las sensaciones que estas le generan, así como va tomando voluntad consciente en el control de sus esfínteres. Este proceso es muy dilatado en el tiempo ya que no solo abarca la retirada del pañal, sino todas las vivencias previas y las posteriores.

¿Cómo podemos saber si se acerca el momento?

Como os decía, el control de esfínteres se basa en la relación del niño con sus progenitores y/o figuras de referencia (educadores, familiares cercanos, etc.). A medida que en estas relaciones se incluya el control de esfínteres como algo habitual y natural, el niño irá adquiriendo habilidades y destrezas acerca del proceso que está viviendo y los irá integrando a su día a día.

Cuando cambiemos el pañal al niño es importante hablarle y hacerle pasar de sujeto pasivo a sujeto activo. Introduciendo pequeños cambios en nuestra manera de realizar el cambio y en nuestra actitud podemos contribuir ampliamente en este sentido: cambiar el pañal de pie (siempre que el niño tenga adquirida y dominada la bipedestación), verbalizar nuestras acciones sin "invadir" la intimidad del niño, hacerle partícipe mostrándole el pañal y verbalizando su contenido, pidiéndole que nos ayude, etc.

Una vez este ritual se convierta en habitual, podremos observar que el niño comienza a adelantarse a nuestras acciones y es probable que nos realice preguntas o que realice afirmaciones como "tengo pis", "tengo caca", "qué caca más grande". Ante ello nos relacionaremos con naturalidad y reconoceremos sus conquistas mediante la palabra.

¿Orinal o WC?

Bajo mi experiencia os diría que preguntéis y escuchéis al niño. Hay niños que prefieren el orinal porque el wc no les es accesible y experimentan cierta inseguridad al tener que ser manipulados por el adulto para subirse, bajarse e incluso mantener el equilibrio una vez sentados en él. En este caso podemos optar por ofrecerles escalones y reductores de taza, pero si su respuesta sigue siendo negativa, el orinal es una buena opción de acercamiento y puede sernos muy útil mientras el niño adquiere la seguridad necesaria.

¡Manos a la obra!

En los cambios de pañal (o en momentos concretos del día) empezaremos a preguntar al niño si quiere sentarse en el wc/orinal a ver si sale pis o caca. No os preocupéis si su respuesta en NO, seguid preguntando en sucesivas ocasiones y un gran día recibiréis un gran SÍ. Es muy probable que durante los primeros días e incluso semanas el niño se siente y no haga nada, relax, está probando.

El primer día que se siente y haga pis o caca es posible que se sorprenda, que se alegre e incluso que se asuste. Los niños viven las deposiciones como pérdidas y esto será otro de los procesos que tenga que elaborar poco a poco. ¿Cómo podemos ayudarle? Reconociendo la situación "HAS HECHO PIS, HAS HECHO CACA, VAMOS A DECIRLE ADIOS A TU PIS, etc.".

Es recomendable que evitemos sistemas de premios o castigos, así como excesivas alabanzas cuando el niño comience a hacer pis y caca. El control de esfínteres ha de tener una motivación intrínseca en el niño y no debe estar motivado por elementos materiales positivos que pueden volverse negativos el día que no se den porque "no se merecen".En este caso es mejor verbalizar lo que ha sucedido y reconocer el proceso: "He visto que te has esforzado y has logrado hacer pis/caca" "Sé que lo has intentado aunque no haya salido" y, en todo caso, preguntarle sobre cómo se siente tras hacerlo. A su vez, intentaremos evitar asociaciones con emociones del adulto ya que, aunque se haga con todo el amor del mundo, se convierte en un mecanismo de chantaje hacia el niño que siempre intentará conectar con nosotros complaciéndonos. Por ello, evitaremos decir frases como "Mamá está muy contenta contigo porque has hecho pis" o "Me pongo triste cuando te haces pis encima". 

¡IMPORTANTE! Siempre hay que despedirse de las deposiciones ya sean pis o caca. En su proceso de control de esfínteres los niños viven sus deposiciones como elementos propios del cuerpo y pueden sentirse violentos si ven algo suyo irse por el wc. Para ello, le diremos adiós al pis y a la caca siempre, sosteniendo y validando todas las emociones que puedan aparecer en este momento.

A partir de aquí continuaremos relacionándonos de esta manera con el niño y probablemente comenzaremos a ver avances como los siguientes:

  • El niño llega seco a los cambios o cada vez su pañal está menos cargado.
  • Se acerca a nosotros y nos indica que se ha hecho pis o caca demandándonos que le cambiemos (se encuentra molesto).
  • Se sienta en el wc/orinal y tarda poco en hacer el pis/caca.
  • Nos muestra sus deposiciones con orgullo, se interesa por ayudarnos a deshacernos de ellas y se despide con naturalidad.
  • Se interesa por ver cómo vamos nosotros al baño, nos pregunta, nos mira y verbaliza sus impresiones.

Antes, durante y después del proceso os aconsejo que compartáis la información con sus figuras de referencia habituales (educadoras, cuidadoras, etc.) para ver que va avanzando en consonancia y para que os cuenten cómo ven a vuestro hijo en este momento. Si vuestras opiniones coinciden y veis que puede ser el momento adecuado, es importante que os pongáis de acuerdo para realizar los pasos al mismo tiempo y llevar las mismas pautas de actuación. De nada sirve que en casa hagamos una cosa y en la Escuela otra y en casa de la abuela otra completamente distinta.

Viendo que se acerca el momento nos sincronizaremos todo lo posible con el niño, entendiendo que este es SU control de esfínteres y que nosotros solo acompañamos sin imponer. Para ello, podemos realizar las siguientes acciones:

  • Le haremos participe del cambio preguntándole si le gustaría llevar ropa interior. Si la respuesta es afirmativa, iremos un día de compras y dejaremos que elija que calzoncillos o braguitas le gustan. En casa le recordaremos que el día que quiera llevar braguitas o calzoncillos, le diremos adiós al pañal, lo tiraremos a la basura y ya solo lo usaremos para dormir.
  • Intentaremos ofrecerle el wc/orinal a determinadas horas durante el día, siempre a las mismas para que vaya siendo consciente de su control de esfínteres, de que es capaz de retener y expulsar. Por ejemplo: ofreceremos el wc/orinal cuando lleguemos del parque, antes del baño, antes de dormir, etc.
  • Podemos recurrir al reloj para que nos ayude y que el niño no sienta que su control de esfínteres es algo que nos inquieta. "Mira Pedrito, dice el reloj que es hora de ir a sentarse a ver si sale pis o caca".
  • Huiremos de sentar cada 20 minutos, cada hora o de obligar a hacerlo. No se trata de adiestrar, se trata de aprender y como proceso debe ser respetado y no impuesto.
  • Favoreceremos experiencias sensoriales basadas en "masas" (de pan, por ejemplo), de barro, arena, etc. Este tipo de actividades ayudan al niño a elaborar nociones de contingencia, de retener y de expulsar e irá elaborando sus propias vivencias conectándolas con su control de esfínteres.

Cuando veamos que el niño llega seco a cada cambio, que incluso despierta seco por las mañanas o tras la siesta, que él mismo nos pide ir a hacer sus deposiciones, etc., hablaremos con su educadora/cuidadora porque es muy probable que haya llegado el momento de ofrecer la ropa interior y tirar el pañal a la basura durante el día.

Antes de dar el paso lo consultaremos con el niño y le explicaremos, como ya os he dicho, que si el pañal se va solo volverá para dormir.

El día que el pañal que decida que está preparado, tiraremos el pañal juntos y hablaremos sobre la realidad actual: que ya lleva ropa interior y que solo llevará pañal para dormir. Le recordaremos que siempre que quiera hacer pis o caca podemos ir al baño y le ofreceremos sentarse a las horas habituales, así como cuando veamos que ha pasado mucho tiempo y no ha hecho pis, al rato si ha bebido mucha agua, etc.

Primeros días sin pañal

Los primeros días os recomiendo armaros de paciencia, seguramente se hagan pis y caca varias veces y nuestra tarea es recordarle que el pis se hace en el wc/orinal y seguir el día sin nombrar el accidente. Los niños tienen que hacerse pis para experimentar la sensación y ver que no es agradable.

Ante los escapes seguiremos tratándoles como sujetos activos, les pediremos que nos ayuden a desvestirles, a llevar la ropa a la lavadora, a coger la limpia y a vestirse de nuevo.

He recalcado en varias ocasiones que el pañal del sueño (tanto siesta como nocturno) se queda de momento y debe ser así. El control de esfínteres durante el sueño es otro proceso madurativo más complejo y requiere más tiempo y paciencia. Hay niños que una semana, hay niños, que un mes, hay niños que un año. Lo iremos viendo según vayamos viendo al niño, cómo se despierta (seco o mojado), etc.

Creo que no me dejo nada Cucamonas, espero que este post os sirva y que me dejéis vuestras impresiones aquí abajo ¡Toda aportación es bienvenida ya lo sabéis!

Si el pañal se va... ¿No vuelve bajo ningún concepto?

Esta es una de las dudas más habituales durante el proceso de control de esfínteres. Ante todo debemos ser coherentes y respetuosos con el niño y, si tras abandonar el pañal, los escapes son recurrentes, el niño rechaza hacer sus deposiciones en el wc, nos pide el pañal para hacerlo cuando lleva muchas horas reteniendo o simplemente observamos que se hace pis y caca encima sin parecer consciente de ello (no nos avisa cuando se ha mojado y ocurre cada poco tiempo), debemos considerar VOLVER A PONER EL PAÑAL.

No debemos vivir esta situación como un fracaso, sino como un aprendizaje DE y SOBRE nuestro hijo. Verbalizaremos al niño la situación y volveremos a poner el pañal hasta que volvamos a detectar que se muestra interesado en controlar esfínteres de manera activa.


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