Yo NO cambio pañales

Yo NO cambio pañales. Al principio lo hacía, después empecé a comprender que:

Yo NO cambio pañales, me relaciono con el niño en un momento de máxima intimidad para él.

Yo NO cambio pañales, forjo un vínculo afectivo con el niño que hace que él me permita acceder a esta intimidad.

Yo NO cambio pañales, acompaño al niño desde el respeto en el progresivo conocimiento de su cuerpo.

Yo NO cambio pañales, ayudo al niño a ser consciente de sus propias deposiciones. Camino con él en su control de esfínteres, alabando sus conquistas y apoyándole en sus dificultades. Le recuerdo que él es capaz de hacerlo y que yo estoy ahí para ayudarle.

Yo NO cambio pañales, no limpio una caca. Desde que es bebé verbalizo todas mis acciones ayudándole a poner palabras a lo que sucede y pidiendo su permiso para hacerlo.

Yo NO cambio pañales y no tengo ningún récord por hacerlo rápido. Yo hago partícipe al niño de este momento, no le trato como un sujeto pasivo al que manipular, me sitúo a su altura, le hablo, le miro a los ojos, le pido su colaboración. Juntos cambiamos el pañal.

Yo NO cambio pañales, yo disfruto de un momento en el que el vínculo afectivo que tengo con el niño se ve fortalecido a través de la complicidad y la confianza.

Yo NO cambio la ropa de un niño cuando se ha hecho pis por no llevar pañal. Yo me ofrezco disponible para ser su apoyo, su bastón y su ayuda. No culpabilizo, ofrezco alternativas y recuerdo que para lograrlo primero hay que intentarlo.

Yo NO cambio pañales, yo no intento "librarme" de este momento. Yo afronto cada cambio de pañal como una conversación íntima con cada niño en la que me siento profundamente privilegiada.

Yo NO cambio pañales ¿Y tú?